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Luego de recuperar la unificación de los títulos mundiales en las 168 libras, Saúl “Canelo” Álvarez ya tiene en la mira su siguiente gran objetivo: un combate ante Terence Crawford, considerado por muchos como uno de los mejores libra por libra de la actualidad. Lejos del retiro, el tapatío se encamina hacia lo que podría ser la pelea más importante de su carrera.

El último obstáculo en ese camino fue William Scull, quien poseía el cinturón de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), una pieza clave para mantener la hegemonía absoluta en la división. Con esa victoria, Canelo despejó el panorama para avanzar hacia el siguiente reto que tiene preparado el jeque árabe Turki Alalshikh.

Turki, figura clave detrás del fenómeno Riyadh Season, considera que Canelo vs. Crawford será “la pelea más grande en la historia del boxeo”. Aunque el acuerdo entre el mexicano y la organización incluye cuatro combates, este duelo en particular se celebraría en Las Vegas, tentativamente el 12 de septiembre, en una función que promete romper récords.

Por su parte, Crawford, actual monarca en las 154 libras con la AMB, está dispuesto a subir dos divisiones para medirse con el mexicano. A pesar del salto de categoría, las similitudes físicas entre ambos —Canelo mide 1.71 m y Crawford 1.73 m— equilibran las condiciones sobre el papel.

El estadounidense de 37 años no solo presume un récord impecable de 40 victorias, 31 por nocaut, sino que también ha hecho historia al convertirse en el primer boxeador en ser campeón indiscutido en dos divisiones diferentes: Welter y Superwelter. En su debut en las 154 libras venció a Israil Madrimov, asegurando otro título mundial.

Con todo listo y los cinturones en manos de Canelo, el escenario está puesto para un combate de élite. Ambos púgiles llegan con legado, hambre y condiciones para ofrecer una pelea épica. Ahora, solo queda la confirmación oficial y que suene la campana.