boxeo

Jaime Munguía volvió a brillar sobre el ring y se reivindicó en grande. El boxeador tijuanense derrotó por decisión unánime al francés Bruno Surace en Arabia Saudita, quitándole el invicto y firmando una actuación sólida que lo reafirma como uno de los mejores en la división de las 168 libras. Las tarjetas fueron claras: 117-111 en dos ocasiones y 116-112.

El combate inició con intensidad desde el primer campanazo, sin espacio para estudios prolongados. Surace fue el primero en conectar con una derecha al rostro, pero Jaime Munguía respondió de inmediato con un potente gancho al hígado, marcando el tono de lo que sería un duelo parejo en los primeros asaltos.

Durante los primeros episodios, el francés mostró velocidad y decisión, incluso luciendo mejor en algunos intercambios. Sin embargo, a partir del cuarto asalto, Munguía comenzó a imponer su estilo: movimientos de cintura, mejores ángulos y golpes más precisos al cuerpo y al rostro.

En el sexto round, el tijuanense sacudió a su rival con una izquierda sólida y a partir de ahí tomó el control total del combate. Aunque en el séptimo Surace sorprendió con un upper que hizo tambalear al mexicano, Munguía se repuso con presión constante, conectando combinaciones que obligaban al francés a abrazar para sobrevivir.

El cierre fue intenso. En el undécimo, Munguía apretó con combinaciones al cuerpo, y en el último round ambos soltaron todo. Surace lanzó derechazos peligrosos, pero el mexicano respondió con firmeza y precisión, cerrando con autoridad una pelea que no solo le devolvió confianza, sino que también lo consolidó como un contendiente serio en las 168 libras.