boxeo

La esperada presentación de Saúl “Canelo” Álvarez en Medio Oriente generó grandes expectativas desde su anuncio, pero la respuesta del público en Arabia Saudita quedó lejos de lo previsto. A diferencia del ambiente habitual en Las Vegas, la ANB Arena lució con claros vacíos y una afición notoriamente apagada durante gran parte de la cartelera.

Aunque se pensó que la baja asistencia solo afectaría a las siete peleas previas a la estelar entre Canelo Álvarez y William Scull, la realidad fue que incluso en el combate principal los espacios vacíos eran evidentes en las tomas abiertas de la transmisión. La mejora en la afluencia fue mínima.

La ANB Arena tiene una capacidad para 25 mil personas, pero durante los primeros combates el recinto estuvo prácticamente desierto. En la transmisión televisiva incluso se alcanzaban a escuchar con nitidez las instrucciones de los entrenadores y los pocos gritos del reducido grupo de aficionados presentes.

El flujo de espectadores mejoró ligeramente durante el séptimo asalto del combate coestelar, unos 30 minutos antes del ingreso de Canelo al cuadrilátero. Aun así, el recinto nunca llegó a llenarse y el ambiente estuvo lejos del acostumbrado furor que rodea al boxeador mexicano en otras sedes.

Uno de los factores que habría afectado la asistencia fue el inusual horario de la función, que comenzó a la 1:00 a.m. hora local, con el fin de sincronizar la transmisión para las audiencias de Occidente. Esto provocó que muchos aficionados saudíes optaran por no asistir, dejando a Canelo Álvarez con un debut internacional sin el marco de público que suele acompañarlo.