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En un Clásico lleno de emociones, polémica y volteretas, el FC Barcelona se impuso 3-2 al Real Madrid en la gran final de la Copa del Rey. Un gol agónico de Jules Koundé en el tiempo agregado selló el título para los blaugranas, que ahora sueñan con el triplete esta temporada.

Desde el inicio, el conjunto culé fue ampliamente superior. Dominó el primer tiempo, encerró al Real Madrid en su campo y generó varias jugadas polémicas, incluyendo dos posibles penales por mano de Asensio y un jalón de Dani Ceballos sobre Pau Cubarsí que el árbitro decidió no sancionar.

El 1-0 llegó con una joya colectiva: Cubarsí interceptó, Pedri recuperó y asistió a Lamine Yamal, quien desbordó y devolvió para que el mismo Pedri definiera con clase. En la segunda parte, Barcelona siguió atacando, pero no logró ampliar la ventaja, situación que aprovechó el Madrid con los ingresos de Modric, Güler y Mbappé.

Kylian Mbappé, en una de sus primeras intervenciones, provocó un tiro libre que él mismo convirtió en gol con un potente disparo al primer poste. Minutos después, Güler asistió a Tchouaméni en un tiro de esquina para el 1-2, que parecía sentenciar el partido.

Pero Barcelona no se rindió. Lamine Yamal volvió a ser clave con un pase largo para Ferrán Torres, quien superó a Rüdiger y a Courtois para igualar el marcador 2-2 y mandar el juego al alargue. En la prórroga, ambos equipos tuvieron sus oportunidades, pero el desenlace llegó en el agregado.

Un error en la salida del Real Madrid dejó el balón a merced de Jules Koundé, quien recuperó fuera del área y con un potente disparo venció a Courtois para desatar la locura culé. Con esta victoria, Barcelona suma una nueva Copa del Rey y mantiene vivo el sueño del triplete esta temporada.