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Dallas Cowboys dio un paso importante en su intento por volver a ser contendientes al Super Bowl al seleccionar a un sólido prospecto en el Draft: Tyler Booker, un liniero ofensivo proveniente del prestigioso programa de Alabama. La organización, que atraviesa una etapa de renovación tanto en el cuerpo técnico como en la plantilla, confía en que esta elección marque el inicio de un nuevo capítulo de éxito.

Con una estatura de 1.93 metros y un peso de 142 kilogramos, Booker es un verdadero muro en la línea. Su poder y técnica lo convierten en un guardia difícil de superar, ideal para enfrentar a los defensores más agresivos de la NFL. Booker llega a Dallas para ocupar el lugar de una leyenda como Zack Martin, y se integrará junto a Cooper Beebe y Tyler Smith en lo que ya se perfila como una línea ofensiva joven pero talentosa.

El nuevo guardia de los Cowboys destaca no solo por su fortaleza física, sino también por su habilidad para proteger al quarterback y abrir huecos para el juego terrestre. En 2024, no permitió ninguna captura, un dato que subraya su valor inmediato en el plano profesional. Además, sus manos potentes y su técnica depurada recuerdan a las mejores versiones de Tyron Smith.

Aunque no es el jugador más atlético de su clase, su experiencia como titular durante dos temporadas con Alabama lo convierte en una adición lista para competir desde el primer día. Booker ha jugado tanto como guardia izquierdo como derecho, y los Cowboys deberán ajustar su esquema para sacar el máximo provecho a su versatilidad, al igual que hicieron recientemente con Beebe.

Curiosamente, la línea ofensiva de Dallas se está ganando el apodo de “el bufete de abogados de Tyler, Tyler y Tyler”, en alusión a sus jóvenes piezas clave. Con Booker como nuevo integrante, los Cowboys no solo añaden talento, sino también un potencial líder para una ofensiva que busca volver a imponer respeto en la NFL.