futbol

El Barcelona, abatido aún emocionalmente por la muerte del doctor Carles Miñarro, que obligó a aplazar su partido liguero ante Osasuna del pasado sábado, se la juega este martes ante el Benfica para volver a meterse entre los ocho mejores equipos de Europa.

Los azulgrana ya estuvieron en la ronda de cuartos en la UEFA Champions League la temporada pasada, cuando soñaron incluso con las semifinales, después de ganar en la ida al PSG en París (2-3), pero una expulsión de Ronald Araujo arruinó la eliminatoria y los de Luis Enrique acabaron pasando tras ganar 4-1.

Esta temporada, las sensaciones son muy diferentes. El Barça de Hansi Flick ofrece fiabilidad y ha ido ajustando sus piezas para aspirar a todas las competiciones. Es líder en LaLiga, mantiene sus opciones en la Copa y tiene ventaja en los octavos de final tras el 0-1 en la ida.

La victoria en Lisboa fue un ejercicio de resiliencia de primer orden. El equipo azulgrana jugó con uno menos, por la expulsión de Pau Cubarsí en el minuto 22, resistió y ganó. Fue una victoria para mejorar el ‘ego’ del equipo de Flick, algo que necesitará después del varapalo que ha supuesto la muerte de Carles Miñarro horas antes del partido ante Osasuna. Los azulgrana necesitan transformar el dolor en energía para sacar adelante la eliminatoria.

El Barcelona intentará mantener su gran racha de resultados en este 2025, con trece victorias y tres empates, y es el único equipo europeo que se mantiene invicto desde el inicio de año.

En esta temporada, el Benfica se ha mostrado como un rival potente fuera de casa y en sus últimos desplazamientos en la Champions League se impuso a Mónaco (0-1) y a Juventus (0-2), por lo que confía en protagonizar un buen papel para hacer realidad la remontada.

El cuadro portugués, segundo en su liga a tres puntos del Sporting de Lisboa, llega a la capital catalana con cuatro bajas importantes: la del lateral español Álvaro Carreras, que cumple ciclo de amonestaciones, y los lesionados Ángel Di María, Florentino y Bah.