Entre los años de 1985 y 1998, en la ciudad de Chicago era un gran lugar para ser fan de los deportes, a pesar de que los Cubs, era un equipo perdedor en esos tiempos, era la ciudad para que el jugador de los Bulls de Chicago, Michael Jordan llamaba su casa, en el que celebró seis campeonatos y en el que nos deleitó con sus grandes hazañas individuales en la NBA.

Basquetbol

Para un jovén en esa época, significaba vivir un gran sueño, tener en su misma ciudad al mejor basquetbolista del mundo y ser el primer receptor en recibir una línea de tennis deportivos de esa insignia.

un fan de los Bulls y conocedor de la marca Air Jordan, Alejandro Orozco, vivió su niñez y su adolescencia en ese Chicago de Jordan, los Bulls y los zapatos de ensueño para millones de chicos.

“Cuando el jugaba, yo solo tuve un par de zapatos porque eran muy caros, y mis padres muy sabiamente me decían que no iban a gastar tanto dinero en esos, pero ya más adelante que comencé a trabajar, comencé a hacer mi colección”, declaró Alejandro Orozco.

El ex jugador llegó a utilizar tennis de la marca Converse en su etapa colegial con la Universidad del North Carolina de 1982, los Air Jordan I que utilizó en los 63 puntos de los Playoffs de 1986 contra los Celtics de Boston y los Air Jordans III que utilizó en el concurso de clavadas de 1988.