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El entrenador de la UD Las Palmas, Diego Martínez, ha manifestado que deberán frenar el contraataque del Espanyol el próximo domingo en el Estadio de Gran Canaria para sacar algo positivo del choque, y confía en cerrar el año 2024 con una nueva victoria.

El técnico gallego ha dicho en rueda de prensa que el partido será “difícil” porque ambos equipos, separados por cuatro puntos, pugnan por el mismo objetivo, la permanencia en LaLiga, y el choque, que prevé “cerrado y complejo, pero ilusionante”, necesitará de la mejor versión de sus jugadores para sacarlo adelante, junto al apoyo de la afición.

“El Espanyol es un equipo que contraataca muy bien, con gente muy rápida. Necesitaremos paciencia, ritmo en la circulación del balón, y saber elegir el momento de profundidad y calidad del pase. Hay que tener precaución con sus transiciones, porque en el contragolpe son peligrosos”, ha recalcado.

Martínez advierte de que cada semana «es una prueba» y el respeto «se gana en cada partido», después de haber enderezado la difícil situación con la que tomó las riendas del equipo amarillo hace ya dos meses y medio. “Cuantos más puntos tengamos, mayor confianza y seguridad tendremos como equipo”, ha añadido.

El preparador vigués se volverá a encontrar con el Espanyol, al que dirigió en la temporada 2022-2023, aunque no la pudo completar porque fue destituido de su cargo debido a los malos resultados. “Todos los partidos son especiales, siempre queda en el corazón allá donde has tenido el privilegio de competir. Son vivencias, aprendizajes y personas con las que tengo todavía muy buena relación”, ha reconocido.

Por otra parte, Martínez ha dejado en el aire la participación en este inmediato partido de Alberto Moleiro, quien sufrió una lesión muscular el pasado domingo en la visita a la Real Sociedad (0-0). “La valoración clínica y la opinión del jugador son muy importantes. No sabemos si va a poder estar, ni para cuándo; tendremos que valorar los riesgos”, ha explicado acerca de la situación del joven atacante tinerfeño.