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Andrés Guardado disputó este martes su último partido con la Selección Mexicana. Y la despedida fue triste, como aquella que tuvo el piloto Antoine de Saint-Exupéry con el Principito.

Luego de 19 años portando la playera tricolor, la que defendió por más de 180 partidos contra selecciones internacional -¡más que ninguno otro!-,el Principito le dijo adiós a la Selección Mexicana, ese representativo al que defendió como el mítico personaje de la literatura lo hizo con su planeta.

Andrés Guardado ingresó a la cancha del Estadio de Chivas portando un atuendo diferente al de sus compañeros, un atuendo que hizo referencia a las batallas que disputó con el combinado tricolor… ¡Sí, más de 180 partidos!.

Minutos después, el talentoso mediocampista mexicano saltó al terreno de juego para disputar el balón, aquel que mimó y amo como el Principito a su adorable rosa. Y la gente, su gente tapatía, se le entregó por completo. Una estampa memorable.

La despedida de histórico futbolista se dio al minuto 18 del partido de México contra Estados Unidos. Andrés abandonó la cancha y sus compañeros lo abrazaron, ¡lo celebraron!, en una clara muestra del respeto que se ganó en su paso por el representativo tricolor.

El adiós de Andrés Guardado con la Selección Mexicana fue una despedida digna de un verdadero guerrero azteca; tuvo como escenario el Estadio Chivas, que será sede de la Copa del Mundo 2026, y un partido de preparación contra Estados Unidos, el acérrimo rival.

Desde su debut en 2005, hasta este partido de despedida, Andrés fue el pilar de un equipo que lo vio crecer y convertirse en histórico. Y aunque el césped no lo verá más defendiendo a la Selección Mexicana, su legado quedará grabado en la historia del futbol mexicano.